Sangre de Barro, de Maribel Medina

Título: Sangre de barro
Autor/a: Maribel Medina
Editorial: Maeva
Sinopsis: Cuando la doctora forense Laura Terraux recibe en el instituto de patología de Chablais, Suiza, el quinto cadáver de una joven atleta procedente del centro de alto rendimiento de Les Diablerets, empieza a sospechar que algo siniestro se esconde detrás de esta sucesión de muertes. Janik Toledo, un joven corredor del centro, devastado por el repentino fallecimiento de la chica a la que amaba, deberá tomar la decisión más difícil de su vida. ¿Qué precio está dispuesto a pagar para triunfar? Thomas Connors, un atractivo agente de la Interpol con un pasado misterioso, se embarcará junto a Laura en una peligrosa investigación sobre el dopaje en el deporte de élite, un mundo opaco y mucho más turbio de lo que jamás hubiesen imaginado.
¿Quién se esconde detrás de estas muertes?
¿Hay algo de cierto en las leyendas milenarias sobre el diablo que circulan por Les Diablerets?
A veces los culpables parecen no tener cara.

Opinión personal (sin spoilers):

¿Sabéis esas veces en las que alguien os presenta una novela en la que, cuando leéis la sinopsis, os dais cuenta de que por cuenta propia probablemente no habríais descubierto ese libro? Esta fue una de esas veces. Por recomendación de la editorial (y también porque me ofrecieron llevar a cabo su presentación aquí en Mallorca) me lancé a leer este libro que si es cierto que no pega mucho con lo que suelo leer normalmente, también es verdad que disfruté muchísimo y aprendí una barbaridad a pesar de apenas entender sobre el tema. 

Esta novela es la primera en el mundo que trata sobre un tema tan tabú en España en el deporte como es el tema del dopaje. Y creedme cuando os digo que la novela no tiene tapujos ni medias tintas. Es clara y transparente en todo momento y además se nota que la autora se ha documentado y sabe de que habla y eso es algo que a lo largo de toda la narración el lector se va dando cuenta de ello. La temática del dopaje está mezclado con un thriller y eso hace que nos mantengamos en vilo durante toda la lectura. Es una novela que es intrigante y que llega a enganchar al lector casi desde el principio ya que tienes ganas de saber qué va a pasar en todo momento y el por qué de cada una de las muertes que nos vamos encontrando a medida que vamos leyendo.

Además, uno de los aspectos más impactantes y que a la vez más me gustaron del libro fue lo minuciosas que eran las descripciones y a la vez la crudeza que había detrás de cada una de ellas: las autopsias, los cadáveres... La verdad es que la mayor característica de esta novela es que es cruda como la vida misma, no hay duda alguna de ello, pero es que las descripciones de ciertas cosas ponían los pelos de punta y a mi estas cosas me encantan así que disfruté enormemente de estos aspectos. Además, es una novela que se lee en un suspiro, ya que tiene un ritmo rápido, ágil, va intercalando personajes y es a la vez bastante adictiva. Enserio, aunque la temática no os llame la atención, yo os animo a que la leáis porque a mi me gustó más de lo esperado y no solamente eso, sino que gracias a esta novela aprendí e investigué sobre ciertos temas que, por mi cuenta, seguramente nunca habría investigado. Y también me hizo abrir los ojos en cuanto a bastantes temas del mundo del deporte y desde entonces ya no he vuelto a ver el deporte con los mismos ojos con los que lo veía antes.

Sangre de barro nos narra la historia de varios personajes: Laura, Janik y Thomas, a la vez que vemos como las historias de los tres se van entrelazando. Eso nos ayuda a conocerlos a cada uno de ellos de una forma más íntima y que podamos intentar entenderlos un poco mejor no solamente a través de sus hechos sino también de sus pensamientos y actos durante la novela. Sin duda destacaría el personaje de Laura, que me encantó desde el principio y me pareció una mujer espectacular. Los personajes están todos muy bien definidos excepto algunos que quedan un poco más entre las brumas pero llegan al final llegamos a entender el por qué de eso.

Y hablando del final, fue otra de las cosas que más me impactó de la novela. El brusco final. Brusquísimo. Y es que la novela termina y cuando vas a girar la página no hay más. Simplemente ves que ha terminado y en ese momento lo único que piensas es en intentar averiguar si el perro se ha comido las páginas que te faltan. Pero no. El final está hecho así a propósito y cuando, unas horas después de haber terminado el libro lo estuve meditando algo mejor,  me di cuenta de que me había gustado la brusquedad de ese final. Y se lo pregunté a Maribel cuando tuve ocasión y ella me dijo que en este caso, quería un final brusco, que fuera "real como la vida misma, sin florituras ni cuentos de hadas, porque la vida no es un cuento de hadas". Y ya os digo yo que lo consiguió. Fue la primera novela que leí de la autora y la verdad es que salí muy muy contenta. Si hay más, sin duda voy a conseguirlas.

Una novela muy inesperada con la que disfruté de su lectura, su historia y su trama, pero que me encantaron sus descripciones y su final tan peculiar. Aprendí, investigué y además me mantuvo en vilo. Una lectura que sin duda la clasificaría como una muy grata sorpresa.

~Agradecimientos a Maeva~